Comercio lanar medieval en Guipúzcoa
El comercio lanar medieval en Guipúzcoa (España) fue una actividad económica de gran relevancia que se desarrolló principalmente a partir del siglo XII, impulsada por el transporte de oveja merina procedente de Castilla y Navarra.[1]
La estratégica ubicación de la provincia y su acceso al mar propiciaron el uso de puertos cántabros y vascos como puntos de salida hacia los mercados europeos.

La incorporación de Guipúzcoa al reino de Castilla en el año 1200, fortaleció ésta ruta comercial, que alcanzó su apogeo a principios del siglo XV. Durante este periodo, los puertos guipuzcoanos desempeñaron un papel clave en el comercio internacional, especialmente con Flandes e Inglaterra.[2]
No obstante, la actividad comenzó a decaer a finales del siglo XVI, debido al desplazamiento de la ruta comercial hacia Sevilla y su mercado de Indias.[3]
Descripción histórica
Desde el siglo XIII se perfiló un gran eje comercial que conectaba Castilla y Navarra con Flandes, el norte de Francia e Inglaterra. Una parte de las exportaciones Castellanas y Navarras de lana dirigidas a los talleres pañeros de Flandes se embarcaba en los puertos guipuzcoanos, por donde también llegaban mercancías del norte de Europa como paños y tejidos.
Generalmente la travesía naval tenía lugar una vez al año, entre abril y mayo, en razón del buen tiempo en la zona para navegar.[4]
Los primeros datos de las rutas comerciales que desde Guipúzcoa se dirigían a Inglaterra se remontan al año 1228.[5]
En la costa inglesa los navegantes y comerciantes de la costa guipuzcoana actuaban regularmente desde el siglo XIV en Exeter y, sobre todo, en Bristol.[6]
En 1296 se constituyó la Hermandad de las Marismas, una liga de villas mercantiles que asoció a Fuenterrabía, San Sebastián y Guetaria con Bermeo, Castro Urdiales, Laredo, Santoña y Vitoria. Pensada para defender privilegios y proporcionar asistencia mutua a sus miembros, ejerció el dominio comercial del Cantábrico hasta el siglo XV.[7]
Desde 1455, mercaderes vascos y santanderinos gozaban de un consulado común en Brujas para dirimir y defender sus derechos y a partir de 1493 se les reconoció oficialmente el asentamiento en la denominada plaza de los Vizcaínos. A principios del siglo XVI se sumó el reino de Navarra al consulado.[8]

Las rutas terrestres a lomos de mula hacia el Cantábrico estaban muy condicionadas por la geografía montañosa y fueron favorecidas desde el siglo XIII por privilegios de exención tributaria que los reyes de Castilla renovaban o mejoraban.[9]
Desde Navarra había dos vías principales: pasando por Bera de Bidasoa y Lesaca acababa en Fuenterrabía y otra la que después de cruzar Lecumberri conectaba con Tolosa para encaminarse a la costa guipuzcoana, en especial a San Sebastián y Pasajes.[10]
Desde Castilla también había dos vías principales hacia Guipúzcoa: a través del Túnel de San Adrián para seguir el curso del río Urola a Bedua y Zumaya y otra ruta iba por el puerto de Arlabán y siguiendo el curso del río Deva hasta Motico y sobre todo de Deva.[11]
En definitiva, el mercado lanar, mayormente de ovejas merinas, procedentes de Navarra se vehiculizaba hacia puertos Guipuzcoanos como Fuenterrabía, Pasajes y San Sebastián y en menor medida a San Juan de Luz (Francia).[12]
La lana procedente de Castilla llegaba a los puertos orientales de Guipúzcoa, a Vizcaya y sobre todo a los puertos Cántabros.[13]
Los puertos de Guipúzcoa experimentaron una etapa de esplendor partir del siglo XII, impulsada por una intensa actividad comercial y marítima.
Inicialmente centrada en el comercio del metal, la lana, la pesca y la caza de ballenas, esta dinámica económica se vio ampliada con el desarrollo de la construcción naval.
En los siglos posteriores, el auge del corso y la apertura del comercio con Las Indias reforzaron aún más la importancia estratégica y económica de estos enclaves portuarios, consolidando a Guipúzcoa como una de las regiones clave en el entramado marítimo del norte peninsular.
Referencias
- ↑ «El siglo XVI: prosperidad demográfica y económica». Enciclopedia Auñamendi.
- ↑ «El florecimiento del comercio de la lana y la competencia por ella». Enciclopedia Auñamendi.
- ↑ «El comercio marítimo vasco en la Edad Media». Enciclopedia Auñamendi.
- ↑ «Mercaderes castellanos a fines de la Edad Media: peligros y salvaguardas en la Carrera a Flandes». Anuario Jurídico y Económico Escurialense, LIII (2020).
- ↑ «Indicios de crecimiento y promesas de pujanza: hierro, naves y comercio .». Síntesis de la Historia de Guipúzcoa.
- ↑ Lema, José Ángel. «. Nuevos horizontes: el auge de la pesca, de la navegación y del comercio». Síntesis de la Historia de Guipúzcoa.
- ↑ de Cáceres, Francisco. «Siete siglos de Hermandad». Caja Cantabria.
- ↑ Gil, Joaquín. «El comercio de los puertos vascos en la primera mitad del siglo XVI a partir de los contratos de fletamento». Revista: Investigaciones históricas: Época moderna y contemporánea.
- ↑ Salgado, Ángeles. «El comercio internacional de la lana castellana». Centro de Estudios Financieros y la Universidad a Distancia de Madrid.
- ↑ Barkham, Michael. «La economía marítima donostiarra en “el largo siglo XVI”». SAN SEBASTIÁN, ciudad marítima.
- ↑ M. Basas. Burgos en el comercio lanero del siglo XVI.
- ↑ «La primera globalización fue castellana: origen e historia de la Mesta». El Confidencial.
- ↑ Uriarte, Clara. LAS RUTAS MARÍTIMAS DE LA LANA.